General Motors, el mayor fabricante de automóviles del mundo, ha calculado que montar suficientes surtidores de hidrógeno para automóviles en las gasolineras de Estados Unidos costará unos 12.000 millones de dólares.
Larry Burns, jefe de investigación de la empresa de Detroit, facilitó este cálculo aprovechando la inauguración de un surtidor de hidrógeno para vehículos experimentales en una gasolinera de Washington, propiedad de una filial de Royal Dutch/Shell. Burns afirmó que posiblemente haga falta esa cantidad para montar surtidores de hidrógeno en 12.000 gasolineras dentro de las ciudades y a lo largo de las principales autopistas del país. 'La inversión para crear la infraestructura no es insuperable'', aseguró Burns. 'Es la mitad de lo que hoy costaría construir el oleoducto de Alaska''.
La estación de servicio de Washington aprovisionará seis vehículos de General Motors dotados de células energéticas y constituye un experimento conjunto con Shell dentro de un proyecto de 1.200 millones de dólares del Departamento de Energía estadounidense, anunciado en abril para estimular el uso de dicha tecnología para el año 2020. Los vehículos de células energéticas funcionan con electricidad generada por una reacción química que en condiciones ideales emite poco más que vapor de agua como emisión de desecho.
Shell Hydrogen ha invertido alrededor de 2 millones de dólares para montar este nuevo surtidor en la estación de servicio de Washington, a unos 7,2 kilómetros al este del Capitolio federal, explicó Jeremy Bentham, máximo responsable de la división. El costo por gasolinera probablemente se reduzca a entre 500.000 y un millón de dólares una vez se instalen más surtidores, dijo Bentham.
General Motors ha reafirmado su objetivo de tener un automóvil de células energéticas competitivo comercialmente para 2010, dijo Burns.
Los seis vehículos de General Motors con pila de combustible forman parte de una flota experimental de 11 vehículos de dicha empresa en la que también hay modelos usados por el Servicio Postal de Estados Unidos y la compañía FedEx, dijo Burns. El fabricante ampliará la flota con una ayuda de 350 millones de dólares del Gobierno destinada a subvencionar la creación de vehículos de células energéticas en General Motors, Ford Motor y Chrysler, filial de DaimlerChrysler, aseguró Burns.
Las donaciones, anunciadas el 28 de abril, no son definitivas aún. Burns evitó decir cuántos vehículos planea agregar el fabricante con su parte correspondiente de los fondos.
DaimlerChrysler anunció el 5 de octubre que proyecta tener 100 vehículos de células energéticas en servicio en todo el mundo para finales de este año. Por su parte, Ford señaló el pasado 28 de abril que quizá tenga hasta 30 de dichos vehículos en uso en Estados Unidos para finales de año.
Las empresas japonesas Toyota, Honda y Nissan, la surcoreana Hyundai y la alemana BMW no pueden acceder a las ayudas ofrecidas por el Gobierno estadounidense, pero harán pruebas junto con Air Products & Chemicals y ChevronTexaco, que sí cuentan con subvenciones públicas.
El hidrógeno puede costar entre 2 y 3 dólares por kilo cuando los vehículos estén listos para su uso, frente a los entre 10 y 15 dólares que cuesta ahora, asegura Bentham. Un kilo de hidrógeno equivale a 3,78 litros de gasolina (un galón) y un coche de pila de combustible puede circular el doble de distancia con un kilo de hidrógeno que un vehículo actual con un galón de gasolina, asegura Bentham.
Larry Burns, jefe de investigación de la empresa de Detroit, facilitó este cálculo aprovechando la inauguración de un surtidor de hidrógeno para vehículos experimentales en una gasolinera de Washington, propiedad de una filial de Royal Dutch/Shell. Burns afirmó que posiblemente haga falta esa cantidad para montar surtidores de hidrógeno en 12.000 gasolineras dentro de las ciudades y a lo largo de las principales autopistas del país. 'La inversión para crear la infraestructura no es insuperable'', aseguró Burns. 'Es la mitad de lo que hoy costaría construir el oleoducto de Alaska''.
La estación de servicio de Washington aprovisionará seis vehículos de General Motors dotados de células energéticas y constituye un experimento conjunto con Shell dentro de un proyecto de 1.200 millones de dólares del Departamento de Energía estadounidense, anunciado en abril para estimular el uso de dicha tecnología para el año 2020. Los vehículos de células energéticas funcionan con electricidad generada por una reacción química que en condiciones ideales emite poco más que vapor de agua como emisión de desecho.
Shell Hydrogen ha invertido alrededor de 2 millones de dólares para montar este nuevo surtidor en la estación de servicio de Washington, a unos 7,2 kilómetros al este del Capitolio federal, explicó Jeremy Bentham, máximo responsable de la división. El costo por gasolinera probablemente se reduzca a entre 500.000 y un millón de dólares una vez se instalen más surtidores, dijo Bentham.
General Motors ha reafirmado su objetivo de tener un automóvil de células energéticas competitivo comercialmente para 2010, dijo Burns.
Los seis vehículos de General Motors con pila de combustible forman parte de una flota experimental de 11 vehículos de dicha empresa en la que también hay modelos usados por el Servicio Postal de Estados Unidos y la compañía FedEx, dijo Burns. El fabricante ampliará la flota con una ayuda de 350 millones de dólares del Gobierno destinada a subvencionar la creación de vehículos de células energéticas en General Motors, Ford Motor y Chrysler, filial de DaimlerChrysler, aseguró Burns.
Las donaciones, anunciadas el 28 de abril, no son definitivas aún. Burns evitó decir cuántos vehículos planea agregar el fabricante con su parte correspondiente de los fondos.
DaimlerChrysler anunció el 5 de octubre que proyecta tener 100 vehículos de células energéticas en servicio en todo el mundo para finales de este año. Por su parte, Ford señaló el pasado 28 de abril que quizá tenga hasta 30 de dichos vehículos en uso en Estados Unidos para finales de año.
Las empresas japonesas Toyota, Honda y Nissan, la surcoreana Hyundai y la alemana BMW no pueden acceder a las ayudas ofrecidas por el Gobierno estadounidense, pero harán pruebas junto con Air Products & Chemicals y ChevronTexaco, que sí cuentan con subvenciones públicas.
El hidrógeno puede costar entre 2 y 3 dólares por kilo cuando los vehículos estén listos para su uso, frente a los entre 10 y 15 dólares que cuesta ahora, asegura Bentham. Un kilo de hidrógeno equivale a 3,78 litros de gasolina (un galón) y un coche de pila de combustible puede circular el doble de distancia con un kilo de hidrógeno que un vehículo actual con un galón de gasolina, asegura Bentham.
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